viernes, 27 de enero de 2012

Fragmento.

Con su cara distorsionada por el dolor y la tristeza de una nueva generación de seres humanos, que solo coocen lo necesario para sobrevivir en la basura, soportando como miserables entre el asfalto y el dinero, ella me miraba, aterrada, porque en mi rostro ya no habían nariz ni ojos, ni labios ni oídos; en cambio habían frutales, ríos, grandes montañas, salvajes bestias sabias y esplendorosos seres vegetales, todo mi cuerpo era una vista pequeña de la omnipotente madre Tierrra. La noble niña, de no más de cinco años había sufrido bastante, su cablleo maltratado, su languidez y su extremada flaqueza lo demostraba, posiblemente no había probado un bocado de comida en días. La abracé entre mis rabas, proporcionándole calor mamífero que las especies me habían enseñado, a través de su piel y mi madera la alimente de mi sangre; mientras ella dormía tranquilamente. A medida que pasaba el tiempo, su expresión habitual de amargura cedía, un lazo filial entre nosotros se formaba mientras yo sentía que perdía mi energía;  limpiaba en ella toda la corrupción de la “Sociedad”. La calle estaba sola, y aunque oscura,  el amanecer declaraba su pronto nacimiento.  Tal vez horas enteras pasé junto a la niña hasta que el rito se diera por terminado; la niña se había convertido en un bello lirio dorado. Nada de su existencia pasada permanecía en ella, solo la simpleza de una flor capaz de iluminar la más oscura de las noches.  La guardé en mi vientre, hasta encontrarle un lugar apropiado para ella e inalcanzable para los hombres.
El día nacía, mi piel de humano me había cubierto nuevamente…

miércoles, 4 de enero de 2012

Re-genesis. Incendio. Grito.


Alzan las voces como locos, mientras las paredes se queman. No hay como huir del edificio, mientras se derrumba devorado en llamas. Unos, con lentes gruesos,  mentes brillantes y los corazones crudos. Otros, inocentes y tontos, correteando de un lado a otro. Otros, sentados en el fuego, esperando el ardor pasar. Tantos tantos gritos que se escapan y las llamas no cesan.  Lo peor de todo es que las llamas no los consumen, sufren, se lamentan, pero no mueren. Y el fuego, tan voraz, tan voraz, que pueden ser y no ser a la vez, con solo que se me de la gana.

Re-genesis. Re-generacion. El palacio arde y arde y ya todas sus estructuras han caido, los pilares de lo posible se han marchitado en el beso del infinito, y abre las piernas el universo, en perenne signo de celebracion. Si, se quema el palacio de la concepcion y la realidad se muerde a si misma como la serpiente que creo el mundo. Solo queda una cosa, dejarse tocar por las mil manos de la Puerta Negra, transformarse, metamorfosis. Y ser de nuevo, el veneno azul y silencioso que nutre la Tierra, y el Aire.

Re generacion. Re Generacion. Es cuestion de palabras que se vuelven huesos, mesas que no son mesas, Cortazar. Y huracanes feroces que tuercen la mirada. Maelstrom. Edgar Allan Poe.

Re Generacion. Olvido.

Olvidar los lenguajes, el habla. Entendernos como los  acordeones, que tocan las melodias del viento, los viajes del viento. Tal vez, Tal vez, los instrumentos se tocan solos, guiados por el cosmos. Solo hay que soltarse peligrosamente sobre el delirio. Y morir, volver a ser, re generarse en el grito. Grito.

El estanque.


Yo, que soy la sombra infinita. Me enrosque en el vientre de la naturaleza como una larva, desarrollándome durante siglos hasta renacer del pantano como un hombre pájaro. El Gran Estanque del Oriente es mi hogar. Allí, nacen y mueren todas las entidades de la naturaleza. Un lugar silencioso, lleno de árboles y niebla. Todos los materiales órganicos que corren por sus aguas me fueron formando poco a poco, me forman aun, siendo yo todo, devorador del atardecer del otro lado.    Mi cabeza es de ave, mi cuerpo esta hecho de ramas y venas anfibias.  Agua, agua, agua. Agua. Me baño todos los días en la sangre del planeta, eternizando el fuego en mi mirada. Agh. Enamorado de todo lo que veo y lo que toco, la luz me llena las entrañas hasta arder. El sol, anaranjado y toxico. Soy, soy una fantasía escrita a punta de odios y pasiones. Soy el espíritu psicópata de la montaña, de los ríos. Por ultimo, como siempre, los huesos humanos. Nunca pudieron formarse, y mi vientre es un saco de huesos apasionados, locos, desquebrajados. Visceral, amor visceral, animal, narcotico, salvaje. Sí, simplemente estoy hecho del sudor y lágrimas. La luna haciendo el amor con la estrella de fuego. Y yo, la poesía que le susurran al oído al ser acariciarse. Nada más, nada más que un sueño.




" Tendras que saber bien, soy de mentiras. Puedo desaparecer cuando quiera, ser y no ser, el todo y la nada. De mi, no tengas nada seguro. Solo cree en mi y preparate para olvidarme en cada esquina, en cada caricia que te de el viento. Soy de mentiras, siendo la verdad absoluta."