viernes, 14 de diciembre de 2012

14 de diciembre.

3 años han pasado.
mi sombra recorre la silueta traidora de mi cuerpo,
mi canción muda vagabundea por la luz de la avenida,
mi voz se quiebra ante algún recuerdo.

3 años han pasado.
Hoy, a esta hora.
En aquél lugar donde explotarían mil hogares,
donde el fuego sería sacro ritual de entierro.

Unos ojos profundos,
un beso que me llevó al oscuro Hades.
Un camino recorrido juntos,
cuatro pies, cuatro manos.
Un solo espíritu.

En el mar una persona murió ahogada en una tormenta,
eso fue,  si la memoria no falla, hace dos años.
Otra persona murió en un accidente aéreo.
Otra murió apuñalada,
otra se perdió en muchos de sus innumerables viajes.
Otra se murió dormida.  Otra se murió de frío.
Otra se murió de artritis, de dolor, de depresión.
Otra se murió de orgullo, de terquedad, de sus propias mentiras.
Otros dos, se murieron de amor.

Y henos aquí, tan lejos como podemos estar uno del otro...
tan muertos como hace 3 años.




12 de diciembre.

Una brisa que en el momento exacto,
cuenta a las pieles sus mitos dulces,
la suave lluvia que calma la angustia
y el desespero de estar vivos.

Aunque sea por un solo instante,
una música que viene de los labios de Persefone,
los ojos abiertos al caudal del infinito,
un beso cósmico, un misterio sin paisaje.

Feliz cumpleaños.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Voto...

¡He por fin encontrado el camino!
Este es un voto que no puedo olvidar.
Seré, al menos, quien lleve el mensaje
de los que  han sacrificado su piel en mi tierra.

Sus seis cuerdas de plata serán mi guía.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Aroma del dios.

Puedo sentir su aroma desde grandes distancias.  Ni siquiera el tiempo puede perturbar mi olfato. Puedo percibir su olor por los sitios que pasó años, por los lugares en los que se aventurara en las próximas décadas.  Aquella sensación de búsqueda me agarra brutalmente, hay una sombra esperándome en el horizonte, en la incertidumbre del día.  Huele a carne quemada.

Tengo sueños con su nombre, la guarida del desconsuelo. La terrible caída desde la luz del conocimiento, el dolor de la serpiente en su vientre. Su voz muda llega a mi cabeza. ¿Es todo tan terrible, tan gigantesco, tan abismal? Una estrella que muere produce la vida de las demás, agujeros negros, grandes vacíos de la memoria. Creo que están equivocados, los seres humanos no son débiles, ni absurdos , ni pequeños. Los seres humanos son , en fin, la representación del incontenible maquinar planetario. Todas las luces perfilan al silencio.  ¿Tiene fin este caos sistemático?

¡Te desafío historia y destino, espíritu de todo lo que es, porque es tu designio. Deseas que mi alma se subleve hacia la furia incontenible, la energía que da movimiento al universo. Seré uno de tus crueles ángeles. Despertaré de mi letargo.

Puedo sentirte en mi boca, en mi pecho. Sé que mis palabras están construidas por tus mandatos inexpugnables. Sé que mis pasos  los dirigen el dogma que no predicas. Que cierren su estúpido ojo las Fórcidas, pues el día de la ceguera ha llegado. He clamado por la luz, clamado por la paz, clamado por la tranquilidad. Por eso estoy muerto.

Son proyecciones, somos luces a siglos de distancia. El espacio es esclavo del tiempo. Y yo he impalado al tiempo bajo mis ritos, todo para ti. Ser que todo lo es y nada lo dice.

Mi alma no te pertenece, mi energía vital te rechaza. Esto es lo que callas, amorfo flujo de energía.
El camino al que todos estamos condenados es este...la eternidad.

Explotaré y te brindaré nuevos caminos para tu destrucción filial, tu génesis desesperado, tu destierro sin fin. ¡Tu condena es crear y la nuestra ser creados!

Aquí estoy, buscando. Nunca podré perder el rastro de tu aroma.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Balada de lo que no sangra.

Derretiremos el sol en nuestras entrañas,
aquí hay dioses en su ritual,
con aromas y cantos de las tierras lejanas.

Bebo de tu espuma como un manjar,
soy el diablo que no tiene nombre,
 pretendiendo asustarme ante la puerta,
para compartir la bebida en su banquete como un anónimo.

Serás quien brilla con su luz antigua,
cual esfinge de alas inventadas,
cual ser milenario,
escrito por leyendas arcanas.

Me darás una muerte
entre las sombras de tu pelo,
posarás tus huesos ardientes
en el cenit de mi memoria.

Mi pecho brota, manantial,
no es necesario que sea evidente,
el rito esta hecho.
La consumación ha empezado.

Yo , soy un ser que se ha expandido
hasta los límites de un universo.

Tu universo,
mil universos.

Balada de lo que no sangra.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Fantasma.


Ausente entre los miles rostros, las historias, tantas, olvidadas bajo el peso de los días en la ciudad. Allí está tu recuerdo, no es filoso ni hiere, un fantasma de musgo que sigue a donde poso los ojos. Me alegra saber que tus pasos recorrieron el camino que los míos recorren, que el tiempo realmente no acaba con la conexión de los lugares, un espíritu que atraviesa un parque lo habitara para siempre, y ese parque será entonces la reunión de infinitas porciones de almas vagantes. Soy parte de esta ciudad, parte de mi, parte de todos. Me alegra saber que tu fantasma hace parte del mío.

Hoy me veo como una sucesión de energías sin tiempo. Hoy soy todas las personas con las que he cruzado, soy todos los besos que he dado, las palabras que he proferido, el silencio cruel de cada amanecer. Hoy veo tu fantasma en mi propio rostro. Astral encadenamiento del éter.

Desansagraré mi nombre en silabas antiguas. Hoy extraño como un infinito mi pasado, que tiene rostro de augurio clandestino. Este viajar planetario entre las voces de la naturaleza.

Hoy te vi detrás de unas cobijas destendidas, una cerveza en un parque, una ilusión que rompe los límites del cuando y el ahora. Hoy descubrí que estoy enamorado de un extraño fantasma, una mezcla de todas las felicidades pasadas. Una dulce sombra que se posa sobre mis alas.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Cruel éxtasis atemporal
Conjuro mil genios y espiritus,
como un diablo incandescente
en las pisadas de la memoria.

Seré un desgarramiento fatal
un nacimiento desvirginado,
un incognito verbal
en campos de metal.

Adiós al silencio
y adiós para siempre
a todo lo que brilla
y se desvanece.