viernes, 9 de diciembre de 2011

Cruces y patadas.


Lanzó un grito mortal,
el daño ya estaba hecho.
Bajo el yugo de mil serpientes
Se ríen mis demonios.

Cruzadas de épocas antiguas
En los túneles de mi garganta
En el tumor de mi espíritu.

Rojas, mil canciones rojas,
Tintadas de ardores,
las silphicas perversas que abren
El camino al universo.

Los caminos subterraneos
has de encontrar entre la piedra  y el musgo
en aquel lugar donde la luz no llega
y el delirio se esconde por pasajes estrechos.

Tan sabios son los que no hablan,
de piel fría y vista nula.
Con una existencia más grande que la physis
aquellos que violentamente se alimentan.

Y entre mil orgías clavan cruces destrozadas
los que a la divinidad adoran a patadas.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Final.

Destruir todas las murallas, será, definitivamente un bello espectaculo, en el cual romperemos en crisis y carcajadas, como un grotesco títere de marmol, para saborear el fin, como demiurgo, como víctima y victimario, rompiendo los sesos inutil, pero placenteramente.

Y luego, vivir más allá de toda existencia, tiempo y lugar, eterno, inmóvil, inmaterial,  como la musica de la que estan hechos todos los silencios.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Imaginarios.

1- Tal vez el viento ha cambiado su rumbo, ya que nuestras cometas no vuelan más. Antes, simples y coloridas , se elevaban muchísimo y nosotros sentados soñabamos que podíamos alcanzar el sol si las alzabamos un poco más.Nunca creí que el viento dejaría de soplar así como así, como cuando uno despierta de la más dulce fantasía. El viento no soplo más, nunca entendí realmente lo que había pasado.

2- El día era una violenta trasngresión de luces que atravesaban mis ojos ; pasaban lentamente sin yo poder siquiera tocarlos, , transtornandome, aguijoneando mi sistema nervioso a base de imaginarios. hacia mucho tiempo ya que no movía un solo centímetro de mi cuerpo; a mi parecer serían años, pero sé que el que espera siempre delira sobre el tiempo así que supongo que solo han pasado unas cuantas noches.

 3- De repente sufrió un ataque de nervios, su mirada triste se convirtió en frenética destrozando su vestido blanco.

4- Envidio brutalmente  aquellos que padecen de sed, gula y lujuria eternas.

5- Una paloma se perdío entre el asfalto mientrás caía tremenda tormenta, sus alas blancas se mojaron tanto que le ímpedian volar debido al peso del agua; su mirada, triste, se confundía misteriosamente con el gris de las calles.

6- Resultó dificil ver en la oscuridad de aquel momento, yo sabía que no duraríamos mucho tiempo en el mismo estado. Pronto volvería el sol del día y con este, la guerra.









sábado, 5 de noviembre de 2011

Sombras.



Personajes:  Voz narradora. Arturo. 
  
Primera escena: Remembranzas.

Voz Narradora : El bullicio salvaje en las calles de una Manizales maldita. Un hombre, en la esquina en la cual se separa la 21 con la 22, bajando antes del semáforo, se fuma un cigarrillo mientras ve los pocos carros que pasan por allí a las 3 de la mañana. Al parecer esta solo, pero entre las sombras de la noche no se sabe distinguir bien si esta acompañado o simplemente habla consigo mismo. 

Arturo: “No mentiré. He sido mil veces el mismo. ¿ Como es eso posible? Un fuerte dolor de cabeza arremete mi realidad, y no, no señores, no es que los días existan, son realidades distintas fraccionadas de momentos a otros que se dividen; Así no somos una sola historia dividida por el tiempo, sino miles de historias mezcladas a la fuerza en una sola identidad. Diran ustedes entonces ¿como se puede ser el mismo cuando a cada momento se cambia de realidad, de estado psicológico, de momento existencial? La respuesta es muy simple; no se puede.” 

Voz Narradora: El personaje camina de un lado a otro con las manos en los bolsillos, la mirada sombría y cierto olor desagradable de calle del cual aun sea horrendo, uno no se puede despegar. Parece que a pesar del frío que colma las calles, el está a gusto, en el lugar al que pertenece y donde todo ocurre como lo cree.

Arturo: “  Conozco estas calles desde hace años. Llegamos a vivir al Centro cuando yo tenía 3 años, un montón de hombres armados entraron a mi humilde hogar, sucios  y harapientos; y como mil leones desnudos, se abalanzaron a destrozar todo lo que encontraron. (Entran por un lado del escenario, vagabundos y militares que se cubren la cara con pasamontañas. Marchan a destiempo, riéndose estrepitosamente. En el piso, un bulto cubierto por una sábana. Algo tiembla bajo la sábana.) Aunque yo era tan pequeño, los recuerdos están marcados como quemadura que no deja de arder, mi madre y yo nos escondimos bajo una cama; mientras mi hermana, que era mucho mayor que yo, se quedo en la cocina para despistarlos. (Los hombres con pasamontañas se acercan a la sábana como animales, gruñen instintivamente, como bestias decerebradas. De la sábana se escucha una respiración agitada, bañada en temor. Arturo mira desconcertado la escena, como cualquier ser humano que se desgarrá ante las imágenes de un pasado cruel.  Los hombres jalan la sábana brutalmente hasta rasgarla, y adentro de ella, se encuentra una mujer desorientada por el miedo, que mirando hacia todos los lados, solo logra expulsar un grito entrecortado. ) Podíamos escuchar los gritos de dolor de mi hermana mientras la golpeaban, la violaban y finalmente, la descuartizaban. Era terrible escuchar como su carne sufría a manos de un cuchillo mal afilado, hasta dejarla hecha pedazos. ( Los hombres, agarran a la mujer y haciendo un círculo alrededor de ella, cada uno accede violentamente a su cuerpo. Manteles rojos caen encima del círculo fatal. La confusión se dispersa, y cada hombre se dispone a huir, pero al dar varios pasos lejos del cadáver, completamente cubierto de nuevo, se desmayan lentamente hasta la muerte. Nadie sale vivo, mientras Arturo mira la escena aparentemente tranquilo, pero con la desesperación en las venas.) Cuando dejamos de escuchar ruido, salimos a ver que pasaba. Mi madre atravesaba por una crisis de nervios y yo lloraba, pero aun así, logramos salir a averiguar de nuestra suerte. Algo inexplicable había sucedido, todos esos hombres estaban muertos. Nunca se supo como, pero mi hermana los había envenenado. Todos estaban verdes, con una expresión de agonía merecida. Esa misma noche salimos del barrio para no volver jamás. Mi madre logró alquilar una habitación barata cerca a la Galería, donde pasamos días enteros sin dormir, y escasamente comiendo lo que mi madre conseguía en las mañanas pidiendo limosnas.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Melodía salvaje.


El sudor y la sangre no logran calmar tu hambre insaciable. Torres de Marfil atravesadas en mi garganta se excitan, disparando palabras sin consciencia, como una máquina entintada de azul y verde. El hombre salvaje golpea a un mendigo hasta hacerlo sangrar, mientras se ríe maniáticamente. Colgué un imposible en la cintura de la Luna, cuando todo lo que me rodeaban eran posibles.
Estos momentos tan anfibios en los que el tiempo se ha detenido, apresándonos en su cárcel fogosa. Todo es una ilusión óptica. Si no lograra verlo, no existiría. Mis demás sentidos han dejado la realidad funcional, y ahora sirven superficialmente, condenándome a oír sin escuchar, a hablar sin dialogar, a vivir sin realmente estar presente. Ahora bien, está decidido. Todo es una ilusión grotesca, hasta los más puros sentimientos y delirios, son ilusiones grotescas.  Incluso yo mismo.
Debo buscar el camino al centro, en el que se encuentra mi corazón rodeado de la nada y la eternidad. Allí nace y se desprende la materia de sus venas, que laten sin ningún sentido pero con todas sus fuerzas. Quitarme este horrible disfraz de ser pensante, desenvolviéndome en colores, formas y sonidos, rompiendo lo físico para adentrarme en aquella querella risueña en remolinos. Sueños y flores rompiéndose como tormentas en mi vientre, en el origen del mundo, en el vértice del universo. Hoy mi corazón vomita negación y exige purificación…y alegremente lo encarno... Tengo sal en mis dientes, tengo una maldición arraigada en mi cuello. ¿Es una promesa? No importa si se cumple o no. Que se caigan las estrellas y nos bañen en su luz maternal. Mientras sea una promesa, que importa. Prometeme mil campos ensangrentados púbicamente. El filo del puñal es una delicia secreta. Devorando los huesos de los ángeles caídos, a merced de mi palabra. Maldita sea. Encenderé mi rostro en la hoguera. Pondré las manos en el fuego.  Pondré las manos en el fuego. Pondré las manos en el fuego.

Incineraré todo rastro de lo que soy, para que quede impreso para siempre en el viento.

  

lunes, 24 de octubre de 2011

Estatua de cobre barato


Con un olor a muerte sensual y sangrienta, se me acerco el joven de tez oscura. “Si señor, acabo de ser muerto por una gran tormenta cuando llegaba al muelle. Yo corría hacia el encuentro con mi amada, la cual segundos antes una piedra voladora le arrancó la cabeza. La muerte me pareció, en efecto, algo oscura y enfermiza, pero adictiva. Moriría mil veces si pudiera volver a sentir esa escaramuza eléctrica en todos los sentidos antes de partir del mundo.  Ya ve señor, vengo aquí porque me dicen que mi infierno esta al lado suyo, o mejor dicho, ud encarna aquél flameante lugar”.
Que ardor, que maldito ardor. Se me inyecta a cada hora una sustancia metalica. Me inyectan carne podrida. ¿Podrían dejarme en paz y darme un poco de agua fresca? Desde las sombras gigantescas de la montaña Kumanday, descienden ángeles de plata. Que inmenso dolor,  mis músculos se contorsionan y soy de nuevo un ave que eleva sus plumas al sol.
Le arrancó una a una sus tres gargantas. Vil monstruo mil caras.  ¿ Cuantas palabras han atrevesado nuestros corazónes, haciéndonos sangrar en la melancolía de lo pasado? Mis latidos han cesado. El vil asfalto junto a la crueldad humana me vuelven pequeño. Una estatua de cobre barato .



lunes, 10 de octubre de 2011

Metamorfosis


La metamorfosis

Empiezan las paredes a cantar mientras las velas se encienden. Esta condena me la he impuesto para alejarme, para enclaustrarme y encontrarme. Arrancar de lo desconocido lo nuevo y lo maldito. Las voces de miles de cantores me guían hacía allá, donde no hay límites sino música. A reencontrarme con mi Madre. Los pasos que de aquí en adelante, no serán de humano sino de bestia. 
El silencio y la soledad me acompañan.Abriendose por un camino legendario en las venas de Latinoamercia, vuelvo a retomar los pasos perdidos. Mil colores se me amarran al vientre como mariposas salvajes,¿ en donde habré de encontrar un atardecer eterno? Estoy buscando un país donde no se respire aire sino melodías, y las miradas estén lunáticas, sin límites, pintadas de incienso y lujuria.










¡ Ah! Gritaba. “De mi garganta nacen criaturas horribles, se escapan hacia la noche y esconden sus tesoros bajo mis pies!´” Se revolcaba torturada en la habitación. Su cuerpo se contorsionaba con fuerza ante una energía misteriosa. Algo le quemaba y yo solo veía. De luces ardientes me llene los dientes y le mordí un costado de su torso. Logré de un solo mordisco introducir mi boca en su carne. La tenía bien agarrada, ya había atravesado su piel.  Entonces se quedo tranquila. Sabía que su vida se iría por mis labios. Con las manos la forcé a que me diera todo su cuerpo. Hasta que por fin quebré las costillas con mi mandíbula y le bese sus adentros. En su interior encontré lo que buscaba desesperado: Se me llenaron de palabras hermosas las venas. Me dio poesía macabra, fatal y enamorada. Me dio una poesía que no moriría, que permanecería bañada de luz en la mitad del silencio y la dulzura de la sangre. 

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Suspiro.


El Anciano se acercó con una palabra en la boca. Vio entonces todo lo que le rodeaba. Un sol negro, un final. Contó los pájaros azules que nacían bajo sus brazos. El anciano había sido capitán de pequeños barcos que atravesaban el océano pacifico. No había conocido nada más que el mar y los puertos; ahora, en el final de su camino, huía de estos sitios para siempre para esconderse en lo más profundo de una alta montaña, en los fríos Páramos de los Andes, para ver el cielo desde más cerca. Estaba cansado, de su piel brotaba una tonalidad exageradamente azul, por el mar, que aun tan lejos, lo marcaba.

El viejo capitán soltó unos versos al aire, supuso que ni el verde del pasto que lo rodeaba ni la blanca claridad de la niebla los entenderían, pues él tampoco lo hacia. Echó un suspiro y se acostó la tierra…

Condena.


Se extendían sobre el jugo de ajedrez como muñecos insolentes. Creen que pueden ganar, aun siendo piezas de marfil sin espíritu? Los gritos se escuchan desesperanzados. Me encanta como suena la carne desgarrándose. Suena la música descontrolada. Salvaje.
Cogí tus muslos fuertemente y bese lo que se ciñe a ellos. ¿ qué es ceñir? Tal vez adherir. Adherir. ¿Que se adhiere a tus muslos más que sudor, tristeza y lujuria? Ah! Yo sé que es. La música más eufórica y furiosa que existe. Mi boca anda rebelde estos días y es peligroso hablar. Mis palabras salen bañadas en poesía sucia. Blues amargos para la tristeza y gemidos vegetales desde el fondo del corazón.
En el centro del bosque hay un altar. Si miras bien lo que te deje, un regalo especial.  En el altar esta clavado con estacas el Tiempo. Sigue llorando igual que hace siglos que lo desangré para ti. De su boca y sus arterias solo fluye colores manchados de antigüedad, no es de negar que son colores hermosos pero perdidos. Allí esta, porque no hay prisa. Esta cantando melodías de Koshkin. Pobre tiempo, nadie nunca lo quiso. Yo antes de apuñalarlo, debo confesarlo, le escupí la cara.
Una niña pequeña bailaba Waltz. En su vestido, letras. Cánticos ancestrales estaban escritos en toda su espalda. Lo que pasaba es que cuando la niña bailaba las letras cantaban. Y todo el veneno se revolvía en el cerebro, en la cabeza, en los sueños. ¿ Alguien tiene miedo? ¿ Tú tienes miedo? … Si quiera eso desearía.  Que ruede fortuna en el fondo de mi estomago. De allí fluirían palabras frescas y tóxicas. Palabras tan hermosas. ¿Lo has olvidado? Nunca..Cargo con toda la historia de la tierra en mis labios. En mis brazos.
Bueno y ahora qué? Ácido.  Cuando las flores se pusieron a cantar, ella se levanto con su olor a mariposa amarilla. Sus ojos aun cerrados guardaban un universo. Que belleza. Podría matarte ahora mismo con un solo pensamiento. No, con un deseo. Te podría llevar a la Luna con un silbido. Que es lo que ocurre?  Las diosas antiguas están bailando en esta escena. Corte. Telón. 

HOLAAA!!! HOLAA! :¿ Cuánto tiempo sin verte? Eternidades completas.
Si. No existe veneno que no recorra por nuestras gargantas cuando estamos tristes, alegres, muertos de la puta euforia tocando las estrellas con los ojos. Si. Estas vivo? Si. 

Lo soy absolutamente todo.                        

      (27-4-11)

viernes, 23 de septiembre de 2011

Facetas Fracturadas


Facetas Fracturadas.




Personajes : Maria Dolores y Augusto Campos.
Homologos : Maria Dolores que Imagina, Maria Dolores que espera. Augusto Campos delirante . Augusto Campos poeta.

(Empieza con una caminata casual de Maria Dolores y Augusto Campos. Dos amantes. La mujer, pintora y profesora. El hombre escritor. Al fondo del escenario, están los homologos, congelados como estatuas.) 
Maria dolores: ¡Que día mas largo el de hoy! Casi no logro que los niños en la escuela aprendieran a usar los colores en los fondos. Por fin puedo caminar junto a ti, por este prado tranquilo. Gracias por haber venido hasta aquí por mi!

(Las homologas de Maria dolores repiten “ Gracias por haber venido hasta aquí”)

Augusto Campos: (Mirandola, tomandola de la mano) No habrá que pensar más en los días, disfrutemos esta tarde tan bella y simple. No te preocupes por nada hoy! Seamos como cuando eramos niños! Mi amor eterno!

Maria dolores : Ay! Yo recuerdo cuando jugaba escondite con todos mis amigos del barrio! Y nos untábamos de pantano hasta las rodillas mientras sonaban las campanas de la Iglesia.

(En este momento se congela el tiempo y los dos quedan estatuas.  Maria Dolores que Imagina se acerca al centro del escenario y grita: ¡Todos a jugar escondite!  Entonces los demás homologos corren de un lado a otro, buscando donde esconderse. Terminan las dos homologas de María escondiéndose de tras de ella y  los dos homologos de Augusto detrás de él.)

Los homologos: Habrá guerra! Habrá guerra! No se puede evitar. Habrá guerra. Lo podemos oler en sus carnes, en sus corazones. Las bombas están apunto de estallar. Nuestro juego empieza ahora!  (Cada homologo grita a destiempo Ahora! Ahora! Ahora!  Y luego salen corriendo tras el telón.

(María Dolores y Augusto despiertan entonces pero no se ven. Entonces empiezan a buscarse de un lado a otro, pasando la vista por encima de ellos. Se tocan, pero no se encuentran. )

Maria Dolores : ¿Dónde estás? ¿Por qué te has ido de mi?

Augusto Campos : ¿Acaso te has cansado?

Maria dolores: ¿Me escuchas, en donde estes?

Augusto Campos : ¿Encontrarías mi voz en lo profundo?

Ambos: O acaso…¿Me has olvidado?

(Ambos repiten la pregunta como sonámbulos mientras caminan de espaldas despacio hacia el telón. ¿Me has olvidado? ¿ Me has olvidado? ¿ Me has olvidado?)

María Dolores que imagina : TRAICIÓN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

(En el suelo esta Augusto Campos con una mujer, besándola y abrazandole el cuerpo. Se acarician mientras el dialogo de Maria Dolores que imagina)

Maria Dolores que imagina : Tu! Tu habías prometido inviernos en los que no me faltaría el abrigo. Me prometiste mañanas de colores. Me prometiste no conocer la soledad. Y ahora? TRAICIÓN! Me tragaré el universo y las llamas. Me tragaré el Infierno y me iré a vivir a un jardín de rosas delirantes.
(Aparece Maria Dolores llorando desde el telon. Se acerca hacia donde están acostados y se acuesta acurrucada a temblar al lado de la pareja. Estos siguen besándose, sin notarla mientras ella llora)
(Entra Augusto Delirante)

Augusto Delirante: Mil veces te lo dije a través de su mirada. No era el hombre normal que Maria Dolores esperaba. Ahora miralo, encarnizado en otra piel. Arrojado a su propio olvido. Y por dentro, llora como un niño! Es momento de que fracturemos estas facetas. Entregame mis horas y mis colores.

María Dolores que imagina: ¿Te atreves a venir hacia aquí? Mi sangre hierve.

Augusto Delirante:
No serás un silencio. No serás esas palabras asesinas. Desaparece.
 
(María Dolores que imagina sale del escenario.)

(Augusto delirante agarra a Augusto Campos y lo saca de la cama. La mujer cae dormida. )

Augusto Delirante
: Hemos agarrado a la realidad fuera del espejo. Mira esas estrellas. Vienen a comerte vivo. Hoy olvidarás tus palabras. Aprenderás a conocer el cielo con solo besar el nombre de la noche. La eternidad te espera. Hacia el borde de lo desconocido.

(Augusto Campos lo mira aterrorizado. Empuña su mano como si fuera un revolver y lo pone en su frente. Sus piernas tiemblan. Voltea a mirar a Maria Dolores acostada en el suelo. Se acerca con miedo y le acaricia su frente. Ahora dirige el revolver hacia ella. Augusto Delirante se acerca y se posa en cuatro patas como un animal que acecha. Se ríe a tumbos.)

Augusto Campos
: ¿Te irías conmigo a un jardín en el que nunca anochece? He sido un cobarde. ¿Emprendes este nuevo viaje conmigo, hacia el corazón del sol, mi estrella?

(Las luces se apagan.  Fin de la primera escena)


Segunda escena:
Aparecen Maria Dolores y Augusto Campos desnudos bailando el Waltz. En sus caras antifaces blanco para ella y negro para el. Mientras bailan a través del escenario, los homólogos juegan de nuevo a escondite. A diferencia de que a manera de que se encuentran, cada uno tiene un gesto distinto. Se besan, se abrazan, se empujan, se repudian o se quieren con expresiones exageradas, que den la impresión de absurdidad y melancolía.

María Dolores que espera: Han escuchado algo? Las cosas se mueven solas y hay risas por doquier! Debe ser que hay un duende!

Todos los homologos: ¡ Un duende! Que aterrador!

(Las sillas, las mesas, todos los objetos de la escena se corren de un lado a otro. De fondo empieza a sonar un reloj, tic  tac tic tac. Los homologos se dedican a buscar el duende entre las cosas que se mueven.)
María Dolores que espera : Ya lo recuerdo! Este es el juego que más disfrutaba en mi infancia! Encontrar el duende en un mundo de colores. Hay, las luces! Hay , las luces! Detenganse! Detenganse. ( Grita, música de fondo descontrolada suena loca hasta que todo se para. Queda todo en silencio y todos quietos, menos la pareja, que siempre baila.)

Augusto Delirante: Las luces.

María Dolores que Imagina: La búsqueda.

María Dolores que espera: El juego! (Anhelando como una niña.)

(Augusto poeta se lleva las manos al corazón y luego besa las de Maria dolores que espera.  Se acerca cuidadoso al centro del escenario, donde la pareja no acaba nunca de bailar.)

Augusto Poeta:

No rompereís los límites.
No te abstendrás del placer
Entregarte como una bestia
Al castigo del querer.
Somos las sombras del todo. (María Dolores que imagina se arrodilla ante él)
Somos quienes aúllan a la noche. (María Dolores que imagina se levanta y toma su mano.)
Somos quienes besan el abismo
Y escuchamos sus lamentos altivos.
Salta!

María Dolores que imagina: salta! Salta!
(Saltan y se lanzan al suelo, quedando allí. Inmóviles.)

María Dolores que espera:  ¡ El dueeeeende! ¡El dueeeende! ¿ Donde está el dueende?

Augusto delirante: (Como un niño ) Yo lo escondí, y a que no adivinas donde!

María Dolores que espera:   ¿ En doooooonde?

Augusto delirante: No te voy a contar a menos que me regales todos los dulces que tienes bajo tu almohada.

María Dolores que espera: No te metas con mis dulces.

Augusto delirante: No te metas con mi duende.
(Una mesa es empujada desde atrás y golpe a Augusto, el cual se arroja a llorar sobre el suelo como un niño.)

María Dolores que espera: Na na na na! Na na nana!
( Todos los homólogos se acuestan al lado de Augusto Delirante, menos María Dolores que espera. )

María Dolores que espera:  Mi hijo!!!

Los homologos: ¿Hijo? ¡Nuestro hijo! Él estaba tan enfermo aun antes de nacer. Cuando toco el mundo ya era bastante tarde….
(María Dolores que espera llora. La pareja deja de bailar y lloran. Fin de la segunda escena.)



 Tercera escena.
(
Musica caotica. La pareja se qeuda estatica mientras los homólogos se mueven violentamente de un lado para otro. Una danza ritual, desenfrenada y despiadada. Algo en los vientres de los homologos los hace mover de un lado a otro, y el cuerpo sigue esta fuerza de atracción. Casi títeres conscientes de sus movimientos, de un lado a otro)

Augusto Poeta:
Fuimos bendecidos por la tierra
Malditos por el hombre.
Fuimos sangre nueva
Escupida sobre la arena!
Eah! Que reine la soledad que nos separa
En miles de desconocidas caras.

Ya no somos los mismos de antes
Y seguimos siendo iguales .
Te he olvidado, me he olvidado.
Y nos recuerdo como seres amados.
Y nos recuerdo como sombras atadas
A nuestros silencios, a nuestras verdades.
Descubre nuestras facetas. Fracturalas en mil pedazos.

Augusto Campos: He venido hasta aquí, del lugar en el que nada existía. Vendras conmigo al encuentro con la noche?

Maria Dolores: Mi hijo.

Augusto Campos : Ven conmigo, a donde brillas las estrellas como molinos de luz. Alla, en el fondo de lo desconocido.

Maria Dolores: Mi hijo.

Augusto Campos: Conoceremos el sol y la brisa. Tan dichosos seremos en lo profundo del campo.

Maria Dolores: Mi hijo.

Augusto Campos: Ven.

Maria Dolores: (Mirandolo con rabia) Traidor.
(uno a uno los homologos lo rodean.)

Augusto Delirante: Traidor.

Maria dolores que imagina: Traidor.

Augusto poeta: Traidor.

Maria dolores que espera: Traidor.

Augusto Campos: ¿Basta entonces con decidir quien ha traicionado a quien?

Maria Dolores: Es hora de romper el silencio.

Augusto Campos: La sal.
(Cambio de luces. Maria dolores cambia de expresión y posición corporal. Ahora se nota más tranquila, casi indiferente. Como nueva)

Maria dolores:  (Mucho más neutral, como si acabara de entrar en la historia a dar datos estadísticos) Despierta !!!!!! Acabas de soñar que me traicionabas. Acabas de soñar que me asesinas, también. ¿Qué tienes en tu rostro? ¿Qué tienes en tu alma? Tú corazón enfermo… Todo lo que crees realidad es mentira. No has salido de este lugar durante meses. Llevas escribiendo desde entonces. Escribiste que me traicionabas mientras te miraba y es mentira. Escribes ahora, que me matarás…¿Lo harás?

Augusto Campos: Lo haré.

( Augusto Campos besa a Maria Dolores y entonces cae al suelo. Los homologos lo lloran como velando a un muerto. )

Todos menos María Dolores: ¿Es esto un sueño?  ¿ Acaso nuestra realidad esta compuesta de silencios, de fantasias? ¿ Si ahogamos las penas en leche de estrellas…¿seriamos libres?

(María Dolores acaricia a los homologos como si fueran sus hijos. Lentamente la luz se hace un poco más clara. )

Maria Dolores: No te preocupes, ya todo esta bien. Yo cuidare de ti. Hay muchos fantasmas que alejar , amor mio…pero nuestra promesa de mantener juntos estará primero que cualquier otra cosa. La luna azul viene por ti, enjaulada en su parsimonia, vámonos juntos, a donde no tienes que preocuparte por ninguno de los que te habitan. Alla y aquí concluiremos este capitulo por fin.

Augusto Campos: (Hablando desde el suelo) No me mientas. Se que eres tu quien me introduces todas las fantasias a la cabeza. Es tu culpa.

Augusto Poeta:
Es tu culpa, por ser el aliento
Que me pone a soñar
Los perfumes malditos de la ilusión
En tu piel parecen encarnar.
Tu haces de mi tiempo
Un suplicio real.
Y creas nuevas dimensiones
Para que no olvide tu nombre.
Para que no me despegue de tu ser.

Augusto Campos : Es tu culpa. Tu modificas mi realidad a tu gusto, demiurgo malvado. Maria dolores, estas en el fuego y en la oscuridad. No logró apartarte de mi mente, soy el esclavo de tu alma.  (Levanta el torso y se sienta, mirándola, casi rogándole.) Y te adoro, pero aun así estas al otro lado del abismo. Te toco, pero no te siento. Te hablo, pero no me escuchas. Me hablas, pero no te entiendo. Me tocas, y me siento vacío.

Maria Dolores: Te regalaré mil flores.

Augusto Campos: (desesperado) No solo eres tú. Son ellos. (Señalando a los dos Augustos homologos) Me encantan con sus palabras, pero sufro de su engaño. Creen que soy su juguete. Creen ser yo mismo. ¿Y la tierra¿ Cuando podré yo volver a ser uno con la madre? Ustedes me alejan del viento y de la música. Me han encerrado en sus voces nocturnas.

Augusto que Delira: Estas hablando demasiado y me aburres.

Augusto poeta: Yo soy tus ojos y tu mente. No tendrás respuestas de mi.

Maria Dolores : (Consolandolo) Calma. Todo estará bien. No hay nadie mas que nosotros dos aquí. (Las homologas Maria Dolores se van detrás de ella a jalarle el vestido, para que las vea. Ella sigue sin notarlas)

Maria Dolores: Ven duerme en mi regazo, te regalare mil colores cuando estes dormido. No hay nada porque pelear. (Ella le abraza y el se acuesta en su regazo, las luces se tornan verdes a través de todo el escenario. Los homologos, siguiendo a los anteriores, se abrazan como si no supieran hacerlo, con una pizca de inocencia e ingenuidad. )

Todos : Todo estará bien… (Fin de la tercera escena)

Cuarta escena:

(Luces apagadas: Empieza percusión militar . Trompetas de Guerra. Luces con cambios fuertes  )

Homologos: Guerraaaaaaa! Guerraaaaa! No se puede evitar. La guerra esta por empezar.

(Maria Dolores y Augusto Campos siguen en el centro del escenario. Abrazados. Suenan estruendos como bombas y disparos. La música se detienen.)

Augusto Campos: Han pasado tantos años desde que te conocí.

(Augusto Poeta y Maria Dolores que espera se arremeten. La lucha es una danza arrítmica, en las que se baten ferozmente hasta el cansancio, mientras Augusto y Maria dolores se hablan)

Maria dolores: Han sido tiempos bellos. Ya nuestros corazones se enlazaron sin remedio.

(Maria Dolores que espera hiere a Augusto poeta en el pecho. Este se arrodilla, pero no se rinde. Agarra a Maria dolores de un brazo y la lanza al suelo.)

Augusto Campos: ¿Te daría miedo llegar a la vejez junto a mí? ¿Quedarnos solos, en la víspera de la muerte?

(Maria Dolores que espera se levanta, y le pega una patada. El queda tendido en el piso, ella se le lanza encima, tratando de ahorcarlo.)

Maria Dolores : Moriría junto a ti, y lo hago. Me desangras por cada beso y eso esta bien, muero en tus brazos. Tus caricias me hacen inmortal. No llegaremos a viejos mientras nuestros cuerpos ardan cuando estamos juntos.

(Augusto poeta logra ganar ventaja, lanzándola lejos. Después de ella caer, ambos se ponen de pie y caminan lentamente hacia la mitad del escenario. De un lado a otro, se miran a los ojos como bestias. Se acercan y juntan sus rostros pegando sus frentes. Quedan así durante minutos)
(Augusto que delira trae a Maria Dolores que imagina cogida de la espalda. Ella, como un muerto, es arrastrada. La deja en el piso, bocaabajo, enfrente de los otros dos homologos. )

Augusto que delira: La guerra interna. El momento en que nuestras facetas ocultas se enfrentan y nos desangramos entre segundos eternos. Miradas, golpes, palabras. Son muertes que se viven de a poco, hasta rompernos el espíritu. Hasta que las facetas se fracturan y entonces…

(Maria Dolores que imagina lo agarrá con fuerza de las piernas.)

Maria Dolores que imagina: Y entonces que? Deja de balbucear idioteces! Es hora de acabar con esta guerra y devolvernos a la nada. Al olvido.

(Se levanta y lo agarra del cuello, mientras el permanece quieto. Lo mira salvajemente y le muerde una mejilla. El grita.)

Augusto Campos : Ven, acurrúcate a mi lado… Ven, caliéntame los huesos mi amor, no quiero sentir este frío maldito.

(Maria dolores sonríe y le acaricia el rostro. Entonces le besa suavemente)
(Maria dolores que imagina pone su mano en la cara de Augusto que delira y empuña con toda su fuerza. Le araña todo el rostro. Él la rodea con sus brazos, trantando de estriparla contra sí misma. Dejandola sin aire. Estrujan pegados el uno al otro)

Maria Dolores que imagina: Repite. Repite tu maldito discurso de siempre.

Augusto que delira: Repetir? Repitiré puñaladas no más.

Maria Dolores que imagina: No te hagas el idiota.

(Maria Dolores y Augusto Campos se besan apasionadamente, quitándose la ropa. Los homologos siguen en sus peleas. Cuando la pareja Queda desnuda, se detienen y se miran el uno al otro. Los homologos salen corriendo cada uno a una esquina.)

Maria Dolores: Me has traicionado.

Augusto Campos: Me has mentido.

Maria Dolores: Me has matado.

Augusto Campos: Me has encantado.

Maria Dolores: Me atacaste.

Augusto campos: Me enamoraste.

Maria Dolores: Nos enamoramos…(Mirando ambos el suelo, acurrucándose en posición fetal, dándose la espalda el uno al otro.)

Maria Dolores y Augusto Campos: Nuestro hijo. Nuestro hijo…

(Fin de la cuarta escena.)
Quinta escena:

(Se abre el telon y aparece un hombre vendado todo el rostro. Al parecer no tiene ojos. La venda cubre todo hasta su cuello, exceptuando su boca.)

El hijo: ¿Alguien me ayudaría a entender este mundo? Ustedes dos. Mis padres… Expliquenme como pueden vivir en un mundo injusto. Yo he muerto antes de nacer y por eso he vagado eternidades por el mundo. En mi reposan los espíritus de los que perecieron gritando y nunca fueron escuchados, los hambrientos, los pobres y los juzgados. Este mundo se ha desangrado en si mismo entonces, padres… ¿Cómo permiten esto? Si yo viviera entre ustedes, lucharía toda mi vida.  Pero lo que ocurre en su tierra me duele en la piel infinitamente.  Se roban, se matan, se mienten unos a otros. Tratándose a ustedes mismos como bestias, tratando a los animales y a la tierra como suciedad. Yo no entiendo, por que no vivo entre ustedes…pero, como se permites esto? ¿Cómo se perdona su indiferencia?

Maria Dolores que espera:  ¿Vendrás a jugar escondite conmigo? Yo te invito a helado si quieres. Ven, 
juguemos por los parques en los que nunca se pone el sol…más allá de la ilusión. Donde todo es verde…Ven a jugar conmigo.

El hijo: Y soñar con estrellas nunca antes vistas. Quisiera vivir en su mundo… Vivir los colores, los sabores, las huellas. Entregarme enfurecido a los sentimientos, a el arden de la fuerza humana, su debilidad y su transtorno. Dejar un cambio histórico…Pero estoy aquí, en el borde de la nada. Viendo como caen y caen sin aprender…
 
Maria dolores que espera:  Serán días bellos, te bañare en las orillas de un río puro, te daré mi infancia y mi tiempo. He esperado tanto por tenerte entre mis brazos. Arrullarte con canciones de cuna, verte crecer. Que me olvides como los jóvenes olvidan a los viejos para recordarte los días de lluvia.

El hijo : Andar de la mano de mi madre, y verla con vestidos blancos en días de sol. Arrullado por su voz eterna, ella, tan bonita cuando la veo pasar por los parques con sus pinturas. Extraño poder tocarla, saber a que huele su cuerpo, su maternidad.

Maria Dolores que espera: Ven hacia mi.

Maria Dolores que imagina:   Cuando mi hijo murió me tarje en dos. Llegaron truenos malditos a mis sueños. No dormía ni entendía lo que me decían, me pasaba días y noches enteros bajo una somnolencia que no era vigilia ni sueño. Como un fantasma recorría mi propio cuerpo, laberinto incesante.

El hijo : Durante las guerras, los soldados de ambos bandos, moribundos, aclamaban por su tierra natal y su madre. Recordaban mientras se les iba la vida los primeros abrazos de la madre. Miles  y miles de soldados de todas partes del mundo, y si les cambiábamos el color de su bandera, todos eran iguales. ¿Por qué se matan entre semejantes? Cruel ser humano…

Maria Dolores que imagina: Murió en mi vientre y no pude soportarlo. Mi carne se pudría desde adentro. Tornandose negra, en mis sueños podía verlo. Trataba de decírselo a Augusto, pero él se encerraba durante horas a escribir. Entonces nos perdímos para siempre.

El hijo : La tierra se pudre. La naturaleza escupe fuego a las basuras que millones y millones de humanos le lanzan. Aturdida por la contaminación, rueda mareada y enferma, con sus venas descomponiéndose vivas. Y yo, que no he nacido, veo como se mueren los ríos cuando pierden su pureza inicial.

Augusto Campos: ¿Acaso nos hemos perdido?  ¿Acaso alguna vez nos encontramos, mi amor, entre los inmensos abismos que ya existían? Hijo…Hijo. ¿Quién eres entonces?

El hijo: El humano se ha olvidado de sus muertos. Se ha olvidado de sus hermanos. Se ha olvidado a sí mismo. Yo soy el fantasma de todo lo que fue , lo que han dejado de ser. Yo soy el olvido. Soy el puente que los unió y ya no lo hace…todo, todo esto porque nunca se atrevieron a luchar.  (El hijo es arrastrado hacia lo oscuro)

María Dolores: Ya no soporto más. Mi cuerpo se desintegra en mil tristezas.
Augusto Campos: El silencio nos llama hacia alla.
Maria Dolores: Escucho tu voz. ¿En donde estas?
Augusto Campos: ¿Estas cerca a mí? Cuanto desearía verte…caminar de tu mano, pero no te veo. ¿Tan lejos estas?
(Una vez más, los dos se buscan pero aunque pasen las miradas por el otro no lo ven, como fantasmas)

María Dolores: No queda mucho tiempo. No logro encontrarte. Iré a la montaña de la luz antes del amanecer.

Augusto Campos: Tengo que vencer el tiempo. Necesito encontrarte. Llegar a besar la palma de tus manos y bendecirme en ellas.

(Los homologos, que hasta entonces estaban escondidos trás cada uno, se para enfrente de ellos mirándolos fijamente. Formando una barrera entre Maria Dolores y Augusto Campos.)

Maria Dolores: Por fin! Allá estas.

Augusto Campos: Fuente de luz!

(Corren a encontrarse en la mitad del escenario pero los homologos lo detienen. Los toman uno a uno por cada brazo, llevándolos a los costados del escenario. Desde allí. Maria dolores y Augusto Campos empiezan a arrastrarse hasta el centro del escenario. Los homologos lo impiden, pero lentamente ellos logran avanzar, poco a poco hasta el otro. Cada vez jadean y se sienten más cansados, pero no desisten. Logran, con un solo brazo, tocar la mano del otro y agarrarla. Entonces los homólogos los sueltan  y van en busca del otro. Maria que imagina agarra del brazo a Augusto que delira y salen del escenario. Maria que espera se desploma al tocar a Augusto Poeta. Él la besa en la frente, y la carga atrás del telón. María Dolores y Augusto Campos siguen tendidos, cogidos de la mano.)

Maria Dolores: Por fin, estaremos juntos.

Augusto Campos: Todo ha pasado.

Ambos: Y somos nosotros, somos estrellas, somos eternos. 
  (Los homólogos, se levantan y entran en el escenario, con un paso firme, con cara de vérdugos. Rodean en un círculo a ambos seres. Recitando los cuatro


Fuimos bendecidos por la tierra
Malditos por el hombre.
Fuimos sangre nueva
Escupida sobre la arena!
Eah! Que reine la soledad que nos separa
En miles de desconocidas caras.

Ya no somos los mismos de antes
Y seguimos siendo iguales .
Te he olvidado, me he olvidado.
Y nos recuerdo como seres amados.
Y nos recuerdo como sombras atadas
A nuestros silencios, a nuestras verdades.
(Gritado al unísono) Descubre nuestras facetas. Fracturalas en mil pedazos!!


(Fin.)