miércoles, 4 de enero de 2012

Re-genesis. Incendio. Grito.


Alzan las voces como locos, mientras las paredes se queman. No hay como huir del edificio, mientras se derrumba devorado en llamas. Unos, con lentes gruesos,  mentes brillantes y los corazones crudos. Otros, inocentes y tontos, correteando de un lado a otro. Otros, sentados en el fuego, esperando el ardor pasar. Tantos tantos gritos que se escapan y las llamas no cesan.  Lo peor de todo es que las llamas no los consumen, sufren, se lamentan, pero no mueren. Y el fuego, tan voraz, tan voraz, que pueden ser y no ser a la vez, con solo que se me de la gana.

Re-genesis. Re-generacion. El palacio arde y arde y ya todas sus estructuras han caido, los pilares de lo posible se han marchitado en el beso del infinito, y abre las piernas el universo, en perenne signo de celebracion. Si, se quema el palacio de la concepcion y la realidad se muerde a si misma como la serpiente que creo el mundo. Solo queda una cosa, dejarse tocar por las mil manos de la Puerta Negra, transformarse, metamorfosis. Y ser de nuevo, el veneno azul y silencioso que nutre la Tierra, y el Aire.

Re generacion. Re Generacion. Es cuestion de palabras que se vuelven huesos, mesas que no son mesas, Cortazar. Y huracanes feroces que tuercen la mirada. Maelstrom. Edgar Allan Poe.

Re Generacion. Olvido.

Olvidar los lenguajes, el habla. Entendernos como los  acordeones, que tocan las melodias del viento, los viajes del viento. Tal vez, Tal vez, los instrumentos se tocan solos, guiados por el cosmos. Solo hay que soltarse peligrosamente sobre el delirio. Y morir, volver a ser, re generarse en el grito. Grito.

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