jueves, 28 de febrero de 2013

Ausencia y deseo.

Esta terrible ausencia de dolor.
Allí esta la clave.
¿Donde están las puñaladas de la vida?
¿Donde están las aciagas decisiones del destino?

Quiero probar los venenos,
y las palabras que duelen.
Quisiera que algo me importase,
más allá de toda imprecación mística.

¿Para qué ser tan humano?
Si después de conocer el infinito,
todo es tan bello, tan delicioso...
que después de conocerlo,
solo se puede desear la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario