Éramos dioses y nos volvieron esclavos.
Éramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de lata.
Éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras.
Éramos felices y nos civilizaron.
Quién refrescará la memoria de la tribu.
Quién revivirá nuestros dioses.
Que la salvaje esperanza sea siempre tuya,
querida alma inamansable.
Éramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de lata.
Éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras.
Éramos felices y nos civilizaron.
Quién refrescará la memoria de la tribu.
Quién revivirá nuestros dioses.
Que la salvaje esperanza sea siempre tuya,
querida alma inamansable.
Gonzalo Arango (1931-1976)
Poeta Nadaista
Poeta Nadaista
Nuestra realidad se compone de engaños. Desencantemonos de la Cultura Occidental. Olvidemosnos. Tengo la piel atravesada por palabras metálicas, desearía con mi ser volver a bañarme en la laguna. Quiero que me ilumine la Luna de Plata y me quite las capas de información y óxido transtornado que recubren mi piel. Quiero olvidar mi alfabeto, mis palabras y renacer.
Que el vuelo y el silencio sean nuestras nuevas armas. Idilio. Tú que te escondes detrás del espejo y mutas tal cual animal destrozado. Te pido nacer.
Te pido nacer. Morir. Ser libre de nuevo.
Os ruego....Bañenme en su sal, dioses antiguos.
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