Ellos. Historias de la antigüedad.

Introducción: El encuentro.

Hoy caminaba por el pasto sin dirección alguna, no tenia más deseo que el aire oxigenara mi mente con su poesía liviana. De repente, los encontré. Allí estaban, otra vez. Hace mucho tiempo que no los veía, sepultados bajo la excusa de vivir cada día. Al encontrarlos tan poderosos y anacrónicos, sentí un dolor fuerte en el pecho, un placer metafísico carnalmente excitante. Volvería por fin a jugar como lo hacía durante siglos que duraban noches enteras.

Estaban listos para la guerra.
Me miraron, como se mira a un enemigo fatal. ¡Que euforia! Mi memoria ancestral despertaba poco a poco, con solo tener sus presencias cerca. Eslabón a eslabón, la cadena de los recuerdos se rompía, devolviendome el conocimiento milenario de la Tierra. ¡Cuanto pesar sentí el haber olvidado tantas historias que viví en carne propia, siendo siempre alguien distinto, siendo siempre mil identidades a la vez.! Y por fin, todo volvía a mi.

Ricardo Reis fue el primero en hacer los movimientos, con sus ojos de lechuza detenía el mismo tiempo. Nadie más se atrevió a hacer el mínimo ruido. Él se acercaba a mí, con el paso certero de aquél que enfrenta a su destino. El apasionado, el místico, el salvaje y el cruel. Ricardo Reis. Mi sangre empezó a hervir a medida que se aproximaba, mis huesos perdían su contextura solida...Mi cuerpo ardía en líquidos flamantes, mientras él, sin miedo a mis transformaciones, empezó a recitar:

"Esta vez, caerás bajo nuestra maldición. Has huido, mientras nos llamas internamente desesperado. Tu humanidad nos había callado poco a poco hasta hacernos desaparecer. Que sorpresa es verte ahora, siendo mucho más salvaje que nosotros. ¿Que ha pasado, tan profundo cavó en ti la canción animal? Me alegra verte de nuevo, y obligarte, a ser de nuevo Uno. Aquí te hemos esperado por siglos.... Pero antes de cualquier ritual, es preciso que conozcas las Historias de la Antigüedad. Tendrás que saber el nacimiento de esta espiral de almas, el génesis de lo que somos, de lo que eramos. Así empieza la historia..."