jueves, 19 de julio de 2012

Ser divino.

Prófugas e irreales
son las palabras del ser divino
un rumor de enredaderas,
el silencio del hombre en la hoguera.

Se sacrifican las silabas
en momentos demasiado concretos
se exige poesía,
al abismo insondable de la vida.

La crueldad es un reloj de cuerda
recitando las horas antiguas,
pregonando una única solución,
morir cada vez que se respira.

El resplandor cuida de mi garganta
la esculpe con tristezas rígidas,
Fantasmas de otros lugares,
y  mil desgarrantes fantasías.

Ser divino.
Demiurgo.

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