domingo, 1 de abril de 2012

Blanco.

Blanco. Blanco como decir Hola, como decir adiós. El día en que llegué a entender el Blanco, tenía tres voces rodeandome. Algo había llegado, la época cromatizada tomaba control sobre toda la realidad.  La física no podia definir los colores de la manera que lo hacía antes, pues bien, antes creíamos que los colores eran producidos a ritmo de la absorción y liberación de la luz, medido por las frecuencias que generan cada uno.   El error fue gigante...
Todas las bases de la física, no, no solo de la Física, sino de la Ciencia entera habían caído. Los colores cobraban vida, tomando el control de todo en lo que ellos tuvieran que ver, es decir, la realidad misma.

Los Colores eran los dueños de todo, ya la Política, la Guerra, el Amor, la Economía, nada de eso servía. No podíamos controlar ni siquiera nuestros propios movimientos. Ellos, seres superiores, hacían todo como les viniera en gana.Lo peor de la situación es que nadie entendía el pensamiento de los colores, así que eramos esclavos de la materia. Y eran, sin duda, unos seres excepcionales.

Tal vez un poco inocentes y divertidos, otros aquellos severos y siniestros. Estos últimos, claramente no eran macabros en el sentido que normalmente encontramos en otro ser de nuestra misma especie, sino aquellos macabros enamorados de lo que detestan, asi que realmente estos eran los colores más apasionados. Eran aquellos que torturaban aquellos que coloreaban en las manchas del sol, sin dejarlos morir realmente. Estos colores deseaban que sus víctimas tuvieran la más hermosa de las vistas, el eterno círculo de fuego, el conjunto de astros, los planetas. Si, les deseaban dar la más bella de las experiencias, claro, sin exceptuar lo más importante: Que fuera la más dolorosa de todas. Y pasando por macabros, habían también colores piadosos. Estos eran los más terribles. Eran aquellos que no estaban de acuerdo con el carnaval- tortura que era la vida, pero tampoco les deseaban a sus huéspedes la nostalgia-hermosa ventana de la muerte. Estos colores piadosos tomaban a sus huéspedes y los llevaba a las montañas más altas, donde los paralizaban para siempre del tiempo y el espacio, dejándolos a las orillas de la Nada; donde ya no podrían ni sentir ni sufrir. Solo existir monodimensionalmente sin muchas complicaciones. Los colores enamorados, eran la mayor amenza, sin embargo, de todos. Estos salían tomando la existencia para ellos mismos, por donde pasara un color enamorado quedaba el negro del vacío. Ellos lo devoraban todo, ansiosos de calmar su corazón, maldito y puro, a  quien le concebían la logia, la pura logia de crear canciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario