lunes, 13 de agosto de 2012

Debilidad.

Ese es el principal reto, el olvidar el ego, arrancarse de la corriente del mundo, de la sociedad encadenada por su progreso, por su rápido tren que lanza los niños a los perros hambrientos. Sinceramente, no quiero vivir en este lugar en el que vivimos. Todo lo que creemos proviene de la crueldad. ¿El conocimiento? El producto de la sangre y el lodo derramados. ¿El poder? Cualquier sistema politico, sin duda, cualquier organización colectiva es una desesperante búsqueda de aplastamiento.

(Si, mentí brutalmente. Fui lo más sincero dentro de mis mentiras, fui mil seres de la peor calaña... ¡Como negarlo, como soportar esta furiosa ráfaga de sinceridad. No lo puedo aceptar, y de nuevo, es una prueba de mi ego rapaz el no hacerlo. Quisiera ser tan transparente, escapar de las garras de los que existen siempre. ¡No! No soy un ser humano bueno. Ni malo. Maldita sea. Mis rostros, tal vez estupidos e ignorantes, son un monstruo grande que pisa fuerte... ¿Como yo soy quien soy, la traición en vida del silencio, de la ceguera iluminada? La dios, la salvaje llamada. Es posible, como puede vivirse una cultura diferente, un mundo mejor, cuando ha costado tanto, cuando no lo deseamos realmente?

He visto la belleza en medio del lodazal, he visto la inmundicia en las miradas de los santos.
 El ser humano es un alma de diamante, diamante que brilla con balas en su núcleo de sal.
Desearía, por encima de todo, sufrir un tormento eterno como el de Prometeo. Desearía ser despedazado por los perros, desearía que la fiebre y los animales nocturnos me comieran desde adentro y me hicieran explotar. No por tristeza, sino por libertad.  Yo quiero ver la realidad padecer.

¡No! Olvidar para siempre la humanidad.
Olvidar para siempre.
Pero ¿como olvidar? ¿Como olvidar los muertos estúpidos si son el único camino redentor?
Habrá que devorarlos uno a uno, prostituirme, venderme, reirme, y humillarme hasta la más baja expresión.
Y entonces... seré redimido.  Pero lo acepto, al menos. Soy demasiado débil para eso.

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