jueves, 2 de agosto de 2012

Ritos.

Un espectro de colores y sonidos
que no podemos percibir
el olfato de la muerte es agudo
el olor de vida la enferma.

La miseria de nuestras sombras
reflejando cuerpos desnudos de soledad
tragaremos miradas como filos de sable
y lanzaremos un grito sordo al inmutable.

Tal vez, si, imaginarios.
Personajes peligrosos que viven historias que no son
Historias que son siempre.

Los labios sangran ritos.
Las manos crean y conjuran
magias de otros tiempos y lugares
que nacen debajo de mi lengua.
Nacen debajo de mi tristeza.

Al final de todo, soy libre.
Jugando con el eterno.

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