jueves, 7 de julio de 2011

Cielo tan azul. Las estrellas brillan sin temor a explotar.
Nací de las profundidades de la tierra.
Mis brazos, las alas de los pájaros.
Mi tronco, el mástil de una guitarra.
Mi corazón, la canción silbante de las arboledas.

¿Existió alguna vez una bestia semejante?

Canta y ama como si pudiera sobrevivir
mas que la eternidad que dura una inspiración corta.

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